“Es un artilugio curioso y original, pero tiene cosas a favor y algunas en contra.
A favor, la capacidad de purificar el agua mediante luz UV y el registro automático del agua consumida (aunque no es del todo exacto, todos los días "me quita" algún mililitro, pero nada importante).
En contra, le añade un peso extra a la botella, que aunque no es mucho, se nota. Además, al tratarse de un aparato electrónico hay que tener mucho cuidado al limpiarlo y según qué microdrink haya utilizado (algunas colorean bastante el tapón), es necesario limpiarlo mejor que con un paño húmedo y un bastoncillo de algodón como dice el manual...”